viernes, 30 de marzo de 2007

Gran lección

Mi hijo, hace poco llego a este mundo de manera normal, pero yo tenia que trabajar, tenia tantos compromisos…

Mi hijo comenzó a comer cuando yo menos lo esperaba. Comenzó a hablar cuando yo no estaba. Mi hijo a medida que crecía me decía: - Papi, algún día seré como tu. ¿Cuando regresas a casa? - No lo se, pero cuando regrese jugaremos juntos… ya lo veras

Mi hijo cumplió 10 años, hace unos días y me dijo: -Gracias por la pelota papa, ¿Quieres jugar conmigo? –Hoy no, hijo, tengo mucho que hacer. -Esta bien papa otro día será. Se fue sonriendo y siempre en sus labios las palabras: Algún día seré como tu. ¿Cuando regresas a casa papa?.

-No lo se , pero cuando regrese jugaremos juntos , ya lo versa. Mi hijo regreso de la Universidad el otro día, hecho un hombre. – Hijito, me siento muy orgulloso de ti. Siéntate y hablemos un poco.

-Hoy no papa, tengo muchos compromisos… por favor préstame el coche para ir a visitar unos amigos.

Ya me jubile y mi hijo vive en otro lugar. Hoy lo llame: - Hola hijo, quiero verte - Me encantaría, papa, pero no tengo tiempo… tu sabes, el trabajo, los niños. Sin embargo, gracias por llamar; fue increíble escuchar tu voz.

Al colgar el teléfono me di cuenta de que mi hijo había cumplido su deseo: Era exactamente como yo.

¿Quieres que tus hijos sean como tu?

domingo, 11 de marzo de 2007

El verdadero valor

El verdadero valor

Cierto día de verano estaba en la playa observando dos chicas brincando en la arena, estaban trabajando mucho construyendo un castillo de arena con torres, pasadizos ocultos y puentes. Cuando estaban acabando vino una ola destruyendo todo, reduciendo el castillo a un montón de arena y espuma. Pensé que después de tanto esfuerzo las chicas comenzarían a llorar, pero en vez de eso, corrieron por la playa riendo y jugando y comenzaron a construir otro castillo. Comprendí que había aprendido una gran lección;

Pasamos mucho tiempo de nuestra vida construyendo algunas cosas para cuando más tarde una ola llega a destruirlo todo, solo permanece la amistad, el amor, el cariño y las manos de aquellos que nos ayudaron a sonreír, ellos serán los únicos que nos ayuden a vivir.

Los bienes materiales son efímeros, los bienes del corazón se hacen a golpe de sentimientos y son duraderos y calientan tu vida, para cuando venga el derrumbe no se derrumbe tu persona, quiérete y quiere a los que te rodean, rodéate de alegría y regala amistad y cariño. Aprende a valorar lo que de verdad importa.