lunes, 30 de abril de 2007

Nunca estás solo/a

60 cosas que están sucediendo ahora mismo, mientras tú estás leyendo esto:

01. Alguien está muy orgulloso de ti.
02. Hay alguien que está pensando en ti.
03. Alguien está preocupado por ti.
04. Alguien te extraña.
05. Probablemente alguien necesita hablar contigo.
06. Alguien quisiera estar contigo.
07. Alguien espera que no estés en problemas.
08. Alguien te está muy agradecido por el apoyo que le has dado.
09. A alguien le gustaría estrechar tu mano.
10. Alguien espera que todo resulte bien.
11. Alguien te necesita para ser feliz.
12. Alguien quiere demostrarte cuán importante eres.
13. Hay alguien celebrando todos tus triunfos.
14. Alguien quiere darte un obsequio.
15. Alguien está convencido de que tú eres un regalo.
16. Es probable que alguien esté celoso por el resto de tus amistades.
17. Alguien quiere acariciarte.
18. Alguien que desea decirte "te quiero"
19. Alguien admira tu fortaleza.
20. Hay alguien que está pensando en ti mientras sonríe.
21. Alguien quiere ser tu hombro para llorar.
22. A alguien le gustaría salir contigo y tener un montón de
diversión.
23. Alguien considera que el mundo eres tú.
24. Alguien quisiera hacer cualquier cosa por ti.
25. Existe alguien que intenta protegerte.
26. Alguien necesita que lo perdones.
27. Quizá alguien se pregunta dónde estarás en este momento que
estarás haciendo.
28. Alguien quiere decir simplemente "gracias por estar allí".
29. Alguien está recordándote y deseando que tú estuvieras con él.
30. Ahora mismo, alguien le pide a Dios por ti.
31. Alguien necesita saber que tu cariño es incondicional.
32. Alguien valora tus consejos, recomendaciones o advertencias...
33. De seguro hay alguien que te cuida y está pendiente de ti.
34. Alguien quisiera compartir sus sueños contigo.
35. Posiblemente alguien quisiera estrecharte entre sus brazos
36. Igualmente alguien te quiere para que lo estreches entre tus brazos...
37. Alguien te necesita como tú lo necesitas también...
38. Alguien desearía detener el tiempo por ti.
39. Alguien pide a Dios por tu amistad y cariño.
40. Existe alguien que no puede esperar para verte...
41. Alguien te quiere por lo que eres...
42. Alguien adora la manera en que le haces sentir..
43. Existe quien quisiera significar algo para ti...
44. A alguien le afecta todo lo que hagas...
45. Alguien está complacido de que seas su amiga/o.
46. A alguien le gustaría ser tu amigo.
47. Alguien pasó toda la noche en vela.. sólo pensando en ti...
48. Alguien está viviendo sólo porque existes tú...
49. Alguien está deseando que lo comprendas...
50. Alguien quiere encontrarte para conocerte mejor....
51. A alguien le gustaría esta cerca de ti ahora...
52. Alguien extraña tus regaños, tu ayuda...
53. Alguien tiene confianza en ti...
54. Alguien sabe que tú vales la pena...
55. Alguien necesita tu apoyo...
56. Tal vez alguien está esperando una llamada tuya...
57. Alguien te considera más que un amigo, aunque tú no lo creas así...
58. Seguro hay alguien que ahora está llorando por ti.
59. Alguien escucha una canción que le hace recordarte...
60. Alguien te necesita y necesita decir esto

jueves, 12 de abril de 2007

Pudo ser así...algo se borró en mi cerebro y ahora vuelve

Este relato puede o no ser algo real, solo lo expongo para que reflexionemos y pensemos que el mundo vivido hasta hoy, no era normal y por eso hay personas que piensan que algo de esto ha podido suceder. Disfruten y reflexionen.


Eugenio y los Djin

Recuerdo haber leído una novela de ciencia ficción cuando era quinceañero. Una novela, según parece, que me quedó grabada durante mucho tiempo. Nunca supe por qué. Sin embargo, recientemente ha empezado a resonar dentro de mí, debido a mis circunstancias actuales. El argumento de este libro es algo así: Hay un tipo llamado Eugenio. Es periodista, y trabaja para un gran periódico en una capital, ya sabes. De algún modo, se enrolla en una serie de artículos de investigación, en los cuales averigua que hay extraterrestres que viven aquí en la Tierra entre nosotros. Estos extraterrestres se llaman los Djin. Se han infiltrado en toda la sociedad, incluso hasta altos niveles del gobierno, pero aún están actuando en la clandestinidad, y por supuesto, son desconocidos para la gente en general. Son capaces de hipnotizar y lavar los cerebros de la gente normal y corriente para convertirlos en sus esclavos, o sea, una vez tratada, una persona sigue su vida cotidiana pero empieza a trabajar para estos Djin. Algunas personas de la Tierra incluso son obligados a trabajar como esclavos en las minas que tienen en la luna Titán de Júpiter.

El problema aparece cuando Eugenio empieza a acercarse demasiado, y hacer una clara exposición pública de sus planes y secretos. Se enteran de Eugenio, y a la vez, Eugenio se entera de que va a ser detenido, y que es seguro que va a sufrir un lavado de cerebro. También, lo van a enviar a trabajar a las minas de Titán. De modo que, con mucha astucia, Eugenio se escribe a sí mismo una carta, en la cual él se explica la auténtica situación actual, quién es en realidad, dónde trabaja, sobre qué está trabajando, en fin, todo el complot que conocía de los Djin para apoderarse de la Tierra. También añade unas claves importantes en cuanto a los métodos que podrá utilizar para recuperar su identidad real. Con mucho cuidado, dobla la carta y la esconde en su zapato, entre la suela de arriba y la de abajo.

Poco después, como había imaginado, es detenido por la policía, por supuesto bajo ordenes de los Djin. Es hipnotizado y sufre un lavado de cerebro que le hace olvidar toda su vida hasta ese momento. Le envían a trabajar a las minas de Titán y ahora es simplemente otro esclavo entre muchos. Trabaja unas horas muy largas todos los días, le dan muy poco para comer y vive en condiciones infrahumanas. Pero a nadie le importa, tampoco a él. Parece que no conoce otro tipo de vida y acepta todo lo realmente horroroso de esta vida como si fuera lo normal.

Después de trabajar allí durante un año, la suela de su zapato empieza a gastarse, se abre un poquito y para proteger su pie, Eugenio recoge unos papeles para meterlos dentro del zapato. Claro que se topa con la carta que se había escrito a sí mismo. Al leerla por primera vez, no la entiende muy bien, y mucho menos la cree. No puede creer que realmente tiene otra identidad. Cree que ha sido un minero durante toda su vida. Después de unos días decide acercarse a los compañeros de la mina para hablar de este tema que empieza a preocuparle. Suelta unas indirectas sobre la posibilidad de haber tenido otra identidad, pero claro, los demás lo creen un chalado.

Poco a poco, siguiendo las pistas de la carta, consigue recordar varios sucesos de su antigua vida. Consigue averiguar quién es y su sitio en el mundo, y cuál debe ser su trabajo desde ese día en adelante: librarse de los efectos del acondicionamiento, el lavado de cerebro, la hipnosis impuesta por los Djin.

Empieza a hablar con los compañeros de las minas; pero no quieren escuchar tal clase de tonterías. Eugenio trabaja desde este momento en solitario, pero necesita ayudantes y de algún modo tiene que crear los medios necesarios para que al menos algunos de sus prójimos en las minas puedan recuperar, al menos parcialmente, su equilibrio mental, ver la realidad boca arriba, y volver a llevar sus auténticas vidas con su verdadero propósito antes de que mueran.

No voy a revelar qué pasa después en el libro, porque algún día puede que te topes con el libro y quizás quieras leerlo. Hoy en día me identifico mucho con este Eugenio del libro; igual que él, estoy siguiendo las pistas hacia mi auténtica identidad, hablo sutilmente con mis prójimos, que como yo han sido hipnotizados, buscando siempre aquellos cuyo acondicionamiento podría ser lo suficientemente débil como para ver el otro lado del velo. Suelto indirectas sobre otro tipo de vida . . .

domingo, 8 de abril de 2007

Vivir con Paz

Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.

Muchos artistas lo intentaron, el rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas, pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. En todo esto no se revelaba nada pacífico.

Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, observó que tras la cascada había un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio de del rugir del la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido...

Sin dudarlo el Rey escogió esta pintura y explicó: "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas, exista calma y serenidad dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."